"Si no tuvieras miedo de perder tu cuerpo o volverte loco, entenderías este maravilloso secreto."
Islandia es una tierra viva. Desborda de vida. En Isladia rigen el Sol y la Luna.
En islandia están el Sol y el Sol Lunar, los Magos, todos esos tíos y primos, hermanos y amigos. Están las chicas de Islandia, que no son como las chicas de ninguna otra parte.
Islandia es cuna de vida y santuario de las diosas, en Islandia nada se pierde y todo se recicla, todo rota, todo gira, lo ciclos fluyen y también las energías. En Islandia hay salud, hay color, hay música, hay risas. En Islandia se crean energías, se habla de luz y de iluminación, en Islandia se vive el arte y se vive la magia, se cultiva la vida y la energía por igual.
En Islandia se abraza y se agradece, se canta antes de comer, se canta y se baila en todo momento. En Islandia las almas viajeras encuentran descanso, las almas solitarias encuentran consuelo, las almas hambrientas encuentran alimento y las almas creadoras encuentran trabajo. En Islandia hay mentes que meditan mientras las manos hacen.
En Islandia se rigen por las reglas de la Mesa Mágica.
En Islandia los sueños se cuentan y se viven, se transforman, se alimentan, se multiplican. En Islandia se come la mejor comida vegana casera que probé en mi vida. En Islandia el frío se combate con cariño y con trabajo. En Islandia todos son bienvenidos, y todos pueden formar parte.
En Islandia se comparte, se presta y se pide, se entrega y se regala, se da y se recibe hasta que todo forma parte de un mismo ciclo. En Islandia se vive la abundancia, sobre todo la abundancia del corazón. En Islandia se está gestando un mundo nuevo, que crece cada día y cada día se vuelve más fuerte.
En Islandia el Sol me dio un abrazo y se me quedó adentro, aún siento cómo me ilumina y me sana.
En Islandia siempre estuvo un pedacito de mi corazón, que hoy florece como nunca.
Gracias, Islandia.
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